¿Vale la pena ver a Amy Adams en el thriller 'La mujer en la ventana'?

Joe Wright ya ha impresionado a los críticos con películas como 'Expiación' y 'La hora más oscura', y 'La mujer en la ventana' lleva al director a aventurarse en las aguas previamente inexploradas de los thrillers psicológicos.

Basada en la novela homónima de A. J. Finn, un seudónimo utilizado por el autor de bestsellers Daniel Mallory, la película gira en torno a la vida solitaria de la Dra. Anna Fox, cuya falta de una vida personal plena la hace caer en picado en la privacidad de otras personas.

Sin embargo, es su condición psicológica lo que hace que esta cinta se convierta en un thriller de muchas emociones. ¿Vale la pensa verlo? Aquí en Ezpoiler te contamos los detalles, pero cuidado. Podrían haber algunos spoilers más adelante.

'La mujer en la ventana', el thriller de Amy Adamas que da mucho que pensar

La psicóloga infantil Anna Fox vive sus días de ermitaña. Separada de su marido y preocupada por un miedo irracional a los lugares abarrotados, se mantiene en silencio mientras habla con un hombre invisible.

También acude a su propio "psiquiatra" para consultar, a quien le fascina la creciente curiosidad de Anna por la vida de sus vecinos. Anna vigila el vecindario desde su ventana, y su interés particular es la familia Russell, que se mudó al apartamento 101 justo al otro lado de la calle 121.

Originaria de Boston, la familia Russell incluye a Alistair y Jane Russell y su aparentemente tímido adolescente Ethan. El lunes, Anna recibe la visita del niño Russell con una ofrenda de bienvenida: una vela. Al principio dudando en abrir la puerta, Anna lo deja entrar.

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Ethan es un niño sensible que parece ser atormentado por su familia, pero no le revela nada sobre la familia a Anna. Sin embargo, por sus palabras, tenemos la impresión de que el padre de Ethan es un padre estricto y tiránico.

Anna intenta entablar una conversación cordial con Ethan, quien toma prestados algunos DVD de la colección de películas de Anna antes de irse. Al día siguiente, Jane Russell la visita y parecen vincularse por sus predisposiciones familiares, ola falta de ellas.

Al día siguiente, Alistair llega preguntando si Anna fue visitada por alguien de la familia. Anna menciona su encuentro con Ethan, pero oculta su relación nocturna con Jane. Ella escucha gritos desde la casa, pero cuando lo enfrenta, Alistair lo niega rotundamente.

Ante la sospecha de un misterio en el núcleo de la disfuncional familia Russell, Anna fisgonea en la web para encontrar la noticia de la muerte de Pamela Nazin, la ex asistente de Alistair. La muerte de Nazin ocurrió poco antes de la reubicación de la familia Russell, y Anna está ansiosa por conectar la muerte con el opresivo padre de la familia.

Además, su corazonada se ve reforzada cuando se entera de que Alistair ha dejado su anterior compañía. Aparentemente delirante en su estado de borrachera y drogada, la sospecha de Anna se convierte en paranoia y luego, para su consternación, es testigo del asesinato de Jane Russell.

Ella llama al 911 antes de perder el conocimiento y se despierta más tarde en una habitación frente a los detectives de la policía. Jane Russell está viva, pero no es la persona que Anna ha conocido antes. A los detectives se les hace pensar que Jane Russell es producto de su imaginación y hacen que Anna se enfrente a un pasado del que ha intentado escapar hasta ahora.

En un flashback, vemos a Anna y su esposo Ed peleando en un automóvil mientras su hija preadolescente es testigo de la pelea. Anna se distrae y termina chocando el auto, matando efectivamente a su propia familia.

Después de encontrar la verdad, Anna intenta suicidarse. Ella es interrumpida por un conocido que no es exactamente la persona que Anna cree que es. La película, en su momento final de exposición, restablece su fe en la voz narrativa de Anna.

En definitiva, es una cinta que te hace meterte en la piel del personaje y entender su condición psicológica, pero a la vez preguntarte hasta que punto la realidad puede confundirse con un sueño basado en la negación del pasado.