¿Estamos de humor estos días para ver espectáculos distópicos que tienen lugar en ciudades abandonadas? Probablemente no.
Pero eso no significa que las series de esta naturaleza, producidas antes de la pandemia, no intenten captar nuestra atención.
Tal vez incluso rompan nuestro hastío con tramas o personajes que mantengan nuestro interés. ¿Es el nuevo thriller japonés Alice In Borderland uno de ellos?
Ryohei Arisu (Kento Yamazaki) está sin rumbo y un poco deprimido, jugando a los videojuegos e ignorando los esfuerzos de su hermano por encontrarle un trabajo.
Su padre decide echarle de casa si lo único que va a hacer es jugar a los videojuegos todo el día. Mientras camina hacia la estación de Shibuya, pide a sus amigos que se reúnan con él para tomar una copa.
Su amigo Karube (Keita Machida) está a punto de ser despedido por golpear a su jefe, que le pega por besar a su novia. Su otro amigo, Chota (Yuki Morinaga), quiere una excusa para irse del trabajo; odia su trabajo y no es bueno en él.
Cuando se reúnen a las afueras de la estación de Shibuya, hacen travesuras en medio de la famosa intersección de enfrente, provocando la colisión de dos coches.
Para evitar a la policía, se esconden en el baño de una estación de tren, y entonces se corta la luz. Cuando salen, todo Tokio está vacío; no hay gente hasta donde ellos pueden ver.
Creen que tienen la ciudad para ellos solos, hasta que una voz incorpórea les indica el juego al que deben jugar. En un centro de juegos situado a unas manzanas de distancia, los tres se involucran en el juego, junto con una joven llamada Shibuki (Ayame Misaki) que parece conocer los parámetros, y una colegiala asustada.
En el primer juego, se les pide que elijan una puerta marcada como "vivo" o una marcada como "muerto" en dos minutos. Si no se mueven, la habitación se incendia.
La colegiala elige la puerta equivocada y muere inmediatamente.
Cuando el resto pasa por la otra puerta, Arisu empieza a entender la lógica del juego, pero no antes de algunos momentos difíciles que incluyen que Chota se queme gravemente la pierna.
Cuando salen del juego, sin embargo, se dan cuenta de que no es el único juego que tendrán que jugar para sobrevivir.
Alice In Borderland, a pesar de tener inicialmente una ambientación deprimente y distópica, muestra destellos de tener sentido del humor. Esperemos que la serie tenga más de eso en sus episodios.
