Ranking: 20 de las películas y series familiares más tristes de la historia

Hay películas que se pasan de la raya y nos rompen el corazón en mil pedacitos, matando a un personaje central, justo cuando le tienes mucho cariño.

Imagina que estás frente a la pantalla. La película es estupenda; hay mucha acción y chistes divertidos de cada personaje. Y de repente, así de golpe, llega la tragedia. Las cosas parecían ir tan bien, pero ahora estás abrazando tu pop corn, tienes las rodillas en el pecho y sin querer estás sollozando mientras los puñados de pop corn son cada vez más grandes.

En la historia del cine siempre hay escenas extremadamente y no tan extremadamente tristes en las películas. Escenas que merecen ser reconocidas. Pueden estar repartidas por toda la película o amontonadas dentro de una sección que te hace explotar de tristeza.

Y a veces Disney es el más cruel, pues en medio de películas de corte familiar, te encuentras soltando lágrimas al lado de toda tu familia, que ahora ya sabes que sí tenías un lado sensible.

Si quieres vengarte o comprobar si tu familia o amigos se van en feeling, aquí están algunos de los 20 momentos más tristes en películas:

Up (2009)

 

Esta entusiasta escena dura sólo cuatro minutos, pero por sí sola tiene derecho a figurar entre las más destacadas del cine.

Es difícil vivir la historia romántica entre Ellie y Carl y no emocionarse. De verdad, es incomprensible. Desde que no son casi nada, la boda, el permanecer juntos incluso con la desgracia y el cariño mutuo hasta que Ellie enferma y fallece.

Independientemente de la frecuencia con la que la veas, te conmoverás en esos minutos.

La vida es bella (1997)

 

Tenemos una película que nos revela uno de los desagradables encuentros de los detenidos en los campos de exterminio durante el Holocausto judío, para esta situación, el vivido por una familia italiana.

Guido, el padre, intenta hacer de toda la repulsión un juego para su hijo Giosué, haciendo que todo se parezca a una especie de desafío según el joven, ya que el joven ha anhelado constantemente tener un tanque genuino, por lo que Guido le hará aceptar que el premio será ese y, de esta manera, hace en Giosué una voluntad de vivir.

Atravesamos toda la película con una tristeza abrumadora, sin embargo el final hará que se te salten las lágrimas: Guido no permite que su hijo lo vea aplastado, abatido o sin ganas de vivir, ni siquiera en el momento de su fallecimiento.

Más allá del bien y el mal (2003)

 

Lars Von Trier nos asombró en 2003 con Más allá del bien y el mal, una película excepcional en su género. En un espacio dramático, sin un escenario trabajado más allá de un par de planos dibujados en el suelo, se nos cuenta una historia centrada en los sentimientos; una obra ética que nos revelará hasta dónde puede llegar la gente cuando puede mangonear a alguien.

Cómo podemos renunciar a nuestras normas y seguir adelante como nunca sospechamos que tendríamos la opción de hacerlo. Todo ello de forma fría y audaz.

La conclusión es conmovedora, a la luz del hecho de que nuestra heroína, Grace, sometida a una amplia gama de abusos, sólo tiene como compañero a un hombre, Tom, que tiene cierto control sobre los individuos, sin embargo no los controla.

Al final, Grace descubre que alguien a quien aprecia es la persona que más la maltrata; Tom la traiciona y la vende, siendo simplemente el único con el que termina.

E.T., el extraterrestre (1982)

  

Mucho hay que decir en torno a una de las obras de arte de Steven Spielberg y a la que se supone que es la escena más conmovedora de toda la existencia del cine.

La película causó no menos de dos heridas a los niños de la época: primero necesitaban sentir que el pobre E.T. había estirado la pata; en ese momento vuelve a la vida y averigua cómo escapar de los especialistas ayudado por los jóvenes en sus bicicletas voladoras.

Evidentemente, Spielberg necesitaba hacernos aguantar una vez más y nuestro forastero,  se fue por las buenas a su realidad. "Estaré aquí", dice E.T. al despedirse de su compañero humano, el joven Elliot.

Shutter Island (2010)

 

Creemos que Shutter Island es una de las películas más desacertadas de Martin Scorsese, y eso se debe a que, dejando de lado lo genial que es el contenido, la historia nos hace preguntarnos: ¿Estaba Teddy (Leonardo DiCaprio) loco y los especialistas del centro intentaban curarlo o era cada uno de ellos una farsa montada para volverlo loco y mantenerlo allí?

Sea como sea, la escena en la que Teddy descubre que su media naranja (Michelle Williams) ha matado a sus hijos y su respuesta es demoledora.

Teddy descubre que su condición le hace excepcionalmente salvaje, pero entonces, se enfrenta al problema de si es más inteligente vivir como la bestia en la que se convierte, o "morder el polvo como un hombre decente" (tras una lobotomía). Quizás la mejor ejecución hasta la fecha.

La historia sin fin (1984)

El paso de Artax, el pony de Atreyu (Noah Hathaway), es la instantánea más atroz de la película. Se describe: "Increíble era el secreto de aquellos pantanos. Quien se adentraba en ellos se arriesgaba a ser presa de una profunda miseria, y si esto ocurría, se hundía poco a poco en las húmedas aguas.

"Lo sé, es pesada esta tierra para ti, y te está costando... ¡Artax te estás hundiendo! Sal de ahí... el problema... tenemos que seguir... ¡por favor! ¡Artax! ¡Tienes que luchar contra el problema! Artax, por favor, no dejes que el problema de la ciénaga llene tu corazón. Necesitas moverte o te hundirás totalmente... No me rindo no te rindas... por favor...".

El show de Truman (1998)

 

Todos hemos visto El show de Truman, la película que llevó a la gran pantalla la organización del Gran Hermano y que hizo brillar al animador Jim Carrey.

Sin embargo, esta sátira hace que nos enervemos con su cierre, y es que todos hemos sido Truman, todos hemos llegado a un punto concreto de nuestras vidas en el que empezamos a plantearnos todo para entender que nuestra vida es en realidad obviamente falsa, en el que empiezan a platearse todo, y después razonan que sus vidas son claramente falsas.

A Truman le ocurre, en un sentido real, y cuando se da cuenta de cómo "huir" y llega a ese punto de parada que debería ser la línea del horizonte. Es típico que nos enervemos con él. Truman opta por detener la falsedad, abrir la entrada y escapar de ese mundo en el que estaba atrapado.

Siempre a tu lado (2009)

 

No hay nada parecido a una mascota casera en lo que respecta a llevar las lágrimas a los ojos.

Lasse Hallström nos regaló esta historia dependiente de ocasiones obvias, que narra la devoción de un canino, Hachiko, que va con su dueño (Richard Gere) constantemente a la estación de tren y además va a buscarlo.

Obviamente, su rutina se rompe tras su fallecimiento, lo que no evitará que los espectadores lloren histéricamente hacia el final, percibiendo como Hachiko sigue yendo a buscarlo aún después de muerto.

Mi primer beso (1992)

Vada Sultenfuss (Anna Chlumsky) es una joven de 11 años ansiosa y obsesionada con la muerte debido a la vocación de su padre, Harry (Dan Aykroyd), que es jefe de un servicio funerario.

A mediados de 1972 conoce a Thomas (Macaulay Culkin), un chico hipersensible "a todo", excepto a quien se convierte en su primer amor, cuando la joven empieza a comprender que es una dama y a crecer.

En algún momento, Vada pierde un anillo importante para ella, y Thomas va a buscarlo, con tan mala fortuna que le pican un montón de abejas de la miel, a las que es desfavorablemente susceptible, por lo que muere.

La respuesta de Vada en el funeral de Thomas, cuando rompre en llanto, también te hará llorar.

El Secreto de la Montaña (2005)

 

Nadie necesitaba ser imprescindible para la película de Ang Lee, que asombró a los expertos y a la multitud al proponerse contar la subrepticia historia romántica de dos vaqueros (sorprendentemente interpretados por Jake Gyllenhall y Heath Ledger).

Una historia romántica miserable, contada de forma excepcionalmente deferente, pero sin perder esa fuerza que la convirtió en un triunfo.

Posiblemente, la escena más conmovedora es hacia el final, cuando Ennis se separa de todos los demás, y encuentra una camisa que creía perdida en la habitación de Jack, cerca de otra suya. Es entonces cuando comprende el genuino afecto que sentía por él.

La milla verde (1999)

 

Fabulosa variación cinematográfica de la novela de Stephen King y protagonizada por Tom Hanks, cuyo personaje, restringido en un refugio, cuenta sus encuentros como jefe de porteros de una cárcel del corredor de la muerte.

Desde el primer punto de partida se ve quiénes son los héroes y quiénes son los que se meten en líos, y no hay ningún ajuste en ese sentido.

La única incertidumbre es lo que le ocurrió a John Coffey para acabar condenado a muerte, pero el espectador se decanta rápidamente por un bando: aunque el acuerdo no está claro hasta el final, no hay nada inesperado.

Es más, es decididamente ese final, el de John Coffey, el que nos hará llenarnos de energía.

Coco (2017)

 

Cualquier individuo que haya visto Coco sabrá por qué la película se llevó a casa el Oscar a la mejor película de animación.

Es una obra asombrosa, y la primera en la que se dirige tanto al público mexicano. La película de Disney Pixar hace que todo el mundo acabe sollozando histéricamente.

Asimismo, la melodía "Recuérdame" va por delante, oh, abuela, y estamos llorando una vez más.

Soy leyenda (2007)

 

En Soy Leyenda hasta el guía pasa a mejor vida, sin embargo hay una muerte en concreto que denota el cuándo de la historia: el fallecimiento de Sam, el can que acompaña al Dr. Robert Neville (Will Smith).

Ver a una criatura fallecer produce lástima y rabia, sin embargo te das cuenta de que son las criaturas más firmes cuando dan su propia vida para salvar la tuya, que es precisamente lo que ocurre en la película, cuando percibimos cómo Sam se enfrenta a diferentes canes para salvar la vida de Robert.

Lo imposible (2012)

 

El espectáculo vivido por una familia española que soporta el tsunami tailandés de 2004, llenó de razón esta película de Bayona que nos dejó a todos secos de tan innumerables lágrimas.

En el momento en que vemos a la familia reunida hacia el final, inhalamos en conjunto un gemido de auxilio, en vista de que verdaderamente nos llevan por un emocionante paseo de sentimientos y es consistentemente ideal tener lágrimas para terminar esa agonía interminable.

El Rey León (1995)

 

Si hay una muerte a la que ningún joven puede sobrevivir, esa sería sin duda el fallecimiento de Mufasa en El Rey León.

Todavía era joven, y dejó a su hijo, todavía un cachorro, a causa de su hermano rufián.

En realidad, Mufasa tenía numerosos ejercicios para mostrar a Simba, pero la espantosa traición de Scar  se lo llevó antes de tiempo, dejándonos a todos casi llorando cuando percibimos cómo Simba descubre su cuerpo inerte. Espantoso.

Campo de sueños (1989)

 

De hecho esta escena incluye a un individuo muerto, sin embargo nos sirve. Cualquier segundo que aborde el vínculo padre-hijo será sin duda apasionante, sin embargo acaba correspondiendo con el final de la película.

Tras construir un campo de béisbol en el patio de su casa (porque la aparición de Shoeless Joe Jackson se lo aconsejó), Ray Kinsella, el personaje interpretado por Kevin Costner, reconoce de la nada de qué se trata.

Así es como su padre, que le parece mucho más joven de lo que Ray podría recordar, vuelve a jugar una última vez con él, algo que no hacían habitualmente cuando su padre estaba vivo.

A pesar de que Ray y "John" juegan entre sí durante algún tiempo, ninguno de los dos sabe quién es el otro. Hasta que el niño se muestra perspicaz y dice "Padre, ¿quieres jugar?" como si volviera a ser un niño de 10 años.

El Náufrago (2000)

 

Lo más probable es que un número importante de nosotros haya perdido algo a la deriva durante una excursión a la orilla del mar (o en un viaje de placer en el que el licor nos hizo perder un poco la psique). Psique tú, dudamos que alguno de nosotros haya tenido un periodo tan horrible como Chuck Noland, el personaje interpretado por Tom Hanks.

Tras pasar años en un lugar remoto, su única compañía era una pelota de voleibol Wilson con una cara dibujada a grandes rasgos. En el momento en que Chuck se esfuerza por fin en su increíble escapada de dicha isla, se queda dormido, sin entender que Wilson se cae casualmente del pontón.

Chuck se da cuenta de que no puede abandonar el barco, por lo que tiene que renunciar a su compañero, que se aleja flotando siempre en el mar. Con la música de Alan Silvestri sonando a la vista, y los colosales gritos de tormento de Tom Hanks llamando a su compañero Wilson, es impensable que el corazón no se contraiga. Wilson había gestionado su trabajo. Mantuvo la normalidad de Chuck, y al salir pareció decir que se daba cuenta de que su compañero humano habría estado bien.

Toy Story 3 (2010)

Es prácticamente incomprensible no relacionarse con Andy hacia el final de la última película de la aventura de Toy Story, donde tiene que despedirse de Buzz, Woody y todo el grupo.

Ahora es un segundo extremadamente lúgubre cuando se abrazan somete a la incineradora, sin embargo el más notablemente horrible viene cuando Andy muestra a su joven vecino cómo jugar con sus anteriores compañeros más cercanos.

A fin de cuentas, un número importante de nosotros creció con Andy. Además de que se despide de sus juguetes, se despide para siempre de su juventud. Es más, no es sólo él, ya que no somos sólo los jóvenes que vimos la película principal de Toy Story y conocimos a personajes tan magníficos como Woody y Buzz.

Un Lugar en Silencio (2018)

 

Lee Abbot, interpretado por John Krasinski, y su familia sobreviven durante varios años en un silencio casi absoluto para que las criaturas de aspecto alienígena no los maten. Hablan a través del lenguaje de signos.

Al principio, la hija Regan le dio un juguete a su hermano menor Beau que casualmente hacía ruido; pronto es asesinado por una criatura. Este incidente hace que Regan crea que su padre la odia por lo que hizo.

Sin embargo, descubre que esto es falso cuando Lee se sacrifica para salvar a Regan y a su otro hermano Marcus mientras están atrapados en un camión con criaturas que los rodean. Desde fuera, Lee firma "Siempre te he querido" y grita.

Lee había hecho todo lo posible para mantener a su familia a salvo, desde construir un refugio subterráneo hasta colocar arena en todos los pasillos; no tuvo que pensárselo dos veces para salvar a sus hijos por última vez. Su bondad y sus experiencias irradiaron a los espectadores y se puede decir que algunas personas se sintieron mal por él y acabaron queriéndole: no querían que muriera.

Glass (2019)

 

El final de esta película -de toda esta franquicia- fue posiblemente uno de los peores finales de la historia del cine; y claro, el final fue muy triste.

La película, genuinamente, daba la sensación de que David, Elijah y Kevin iban a demostrar de alguna manera al mundo que podían ser buenas personas. Esta idea se rompió -literalmente- en un millón de pedazos cuando Elijah fue empujado por la Bestia provocando la rotura de sus huesos y una hemorragia interna. Su madre le observa.

Momentos después, un agente del FBI arrastra a David y comienza a sumergir su cabeza en un bache, ahogándolo; muere fatalmente delante de su hijo Joseph.

Kevin acaba recibiendo un disparo mientras David es arrastrado, y muere en los brazos de Casey, la chica que había secuestrado en la primera película.

Se ve que Elijah muere poco después de Kevin.

Hay muchos puntos por los que esta escena fue tanto irritante como triste. Los tres hombres murieron frente a personas que se preocupaban por ellos y el público tuvo que verlos sufrir.

Después de que David muere, otro agente del FBI intenta reanimarlo, mientras Joseph le grita al agente. Esta parte es tan tonta; lo matan, dejándonos sollozando, pero intentan salvarlo sin ninguna razón, aparte de que Joseph les grita.

Esta escena no solo apesta, sino que es insoportablemente dolorosa ver morir a estos queridos personajes.

Bonus: 27 escenas tristes en un solo video.

 

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